La Madre Bernarda y sus primeras hermanas se lanzan con coraje y fervor a realizar los fines de la insipiente congregación. “Amadas Hijas, Dios está en la escuela, en la Enfermería, en la Portería, en el Oratorio. Con Simplicidad lo encontraremos en todas partes”. (Tomada de la Cta. MB) Art. 130 E.M. Pág. 36.